Arcillas para cada tipo de piel

La versatilidad de la arcilla la ha convertido en un pilar de las recetas de belleza caseras, tanto ahora como en culturas antiguas. La arcilla se ha utilizado con fines medicinales como desintoxicar el cuerpo y aliviar problemas digestivos, pero hoy nos vamos a centrar en los beneficios terapéuticos y cosméticos para la piel.

¿Qué beneficios tienen las arcillas en la piel?

Dependiendo del tipo de arcilla que uses, las mascarillas de arcilla pueden ayudar a eliminar las impurezas del interior de los poros para tratar el acné, curar las reacciones alérgicas de la piel, aliviar los efectos de las quemaduras solares, aumentar la elasticidad y equilibrar la producción de grasa. Se ha demostrado que la arcilla aumenta la producción de colágeno, lo que fortalece la estructura subyacente a la piel. También tiene propiedades desintoxicantes que extraen impurezas como bacterias, virus, toxinas y hongos.

Asegúrate de nunca usar recipientes, cucharas o tapas de metal que tengan contacto con la arcilla, ya que el metal interferirá con su eficacia. En su lugar, use tazones y cucharas de vidrio o madera.

Piel seca

La arcilla blanca de caolín son opciones ideales para equilibrar la piel y destapar los poros. Absorben el exceso de aceite y se utilizan a menudo en recetas de desodorantes y mascarillas. Es recomendable para pieles secas ya que hidrata en profundidad. Aporta un extra de luz y es la más suave para la piel además de absorber menos que la verde debido a su débil mineralización. Resulta especialmente útil para las pieles maduras y arrugadas por el silicio que contiene.

Piel mixta

La arcilla de bentonita, formada a partir de ceniza volcánica absorbe el exceso de grasa y tiene un efecto tensor. La arcilla de bentonita también tiene propiedades curativas internamente y se usa a menudo para tratar problemas digestivos. Las propiedades de la arcilla bentonita no solo extraen las impurezas de la piel, sino que también transfieren los minerales a la piel en su lugar.

Piel grasa/acnéica

La arcilla ideal para este tipo de piel es la verde, su color se explica por los óxidos de hierro y magnesio que contiene. Tiene propiedades de absorción importantes y es purificante. Regula el exceso de sebo propio de este tipo de pieles y consigue además tratar las lesiones.