Empieza el año con hábitos saludables

El Año Nuevo es un buen momento para comenzar nuevos hábitos. Esta época proporciona un pequeño impulso adicional de motivación para hacer los cambios necesarios para vivir más saludablemente. ¿Qué pasos concretos puedes tomar para mejorar cómo te sientes? Aquí te dejamos una guía para comenzar; adopta uno o dos hábitos nuevos y, una vez que los domines, elige otro.

Mejora tu postura

Estar erguida es bueno para la columna vertebral y te hace lucir más delgada, pero existen otros beneficios para la salud al mejorar tu postura. Cuando no estás erguida, tus pulmones no absorben tanto oxígeno como cuando estás sentada con la espalda recta; menos oxígeno te hace sentir fatigado. Una buena postura también permite que el resto de sus órganos internos funcionen mejor.

Cambia los refrescos, incluso los que son sin azúcar, con agua

Todos sabemos que los refrescos regulares son lo peor para nuestro organismo, pero si las reemplazas con la versión dietética, no hay diferencia; se ha demostrado que altera nuestros microbios intestinales y contribuye al aumento de peso y desencadenar dolores de cabeza.

Puedes hacer la transición con agua mineral y jugo de limón y otras frutas.

Empieza a practicar mindfulness

Piensa en tus pensamientos a lo largo del día: ¿con qué frecuencia estás anticipando algo que sucederá en el futuro o pensando en algo del pasado? ¿Cuánto tiempo pasas pensando en tus quéhaceres? Hacer una pausa en esos pensamientos y concentrarse en estar presente en el momento actual te ayudará a sentirte tranquila y en control. Puedes tomarte el tiempo para meditar o simplemente tomarte un minuto o dos para centrarte cuando sientas que aumentan tus niveles de ansiedad.

Comienza una rutina de skincare natural y libre de tóxicos

Los productos para el cuidado de la piel pueden ser una fuente importante de toxinas para muchas personas. La mayoría contienen sustancias químicas e ingredientes artificiales que pueden tener un efecto positivo temporal en la piel, pero que tendrán efectos negativos a largo plazo.