Poses de yoga para home office
- M.G.
- 21 ene 2021
- 2 Min. de lectura
¿Estar sentada frente a la computadora todo el día te ha causado dolor de espalda, hombros y hasta has subido de peso? La tensión y la rigidez que resultan de pasar innumerables horas sentadas y encorvadas frente a una computadora, se pueden convertir en consecuencias a largo plazo como dolor lumbar, distensión del cuello, debilitamiento del núcleo delantero y trasero, problemas de rodilla y tensión en caderas.
Tómate un tiempo cada día para estirar y fortalecer estas áreas específicas con estas posturas de yoga para trabajadores de escritorio:
Cuello rígido

Comienza con la barbilla hacia el pecho, luego gira lentamente la cabeza de lado a lado, haciendo una pausa cuando tu oreja descanse sobre tu hombro. Si te sientes bien, comienza a realizar movimientos circulares completos con la cabeza. Si encuentras puntos estrechos o "nudos", detente allí y respira un par de veces. Para un estiramiento adicional, gira la barbilla hacia abajo y hacia el hombro; aguante unas cuantas respiraciones y cambie de lado.
Hombros encorvados

Acuéstate boca abajo con la frente hacia el suelo o sobre una manta doblada. Entrelaza los dedos detrás de la espalda y al inhalar, levanta la mirada y la parte superior del pecho del suelo mientras levanta los brazos de la espalda y aprieta suavemente los músculos de las nalgas. Permite que la parte superior de sus pies descanse sobre el piso. Toma algunas respiraciones y luego suelta la frente y los brazos hacia abajo; Haz 3-5 repeticiones con algunas respiraciones de descanso entre ellas.
Estar sentado mucho tiempo

Acuéstate boca arriba, dobla las rodillas y lleva los talones hacia las nalgas. Los tobillos y las rodillas deben estar a la distancia de las caderas. Con los brazos a los lados, presione firmemente los talones para levantar la pelvis y la parte inferior. Aprieta tus nalgas en la cima de la pose, aguanta para respirar y luego suelta la columna vertebral hacia el suelo. Intenta trabajar en 10-20 repeticiones.
Caderas rígidas

Empieza de pie. Da un paso atrás de ti y lleva la rodilla al suelo. Asegúrate de que tu rodilla delantera esté sobre el tobillo y no sobrepase la punta de tu pie. Levanta los brazos por encima de la cabeza mientras estiras el muslo extendido o entrelaza las manos y ponlas ligeramente sobre la rodilla delantera; mantén los hombros hacia atrás y el pecho amplio. Toma al menos 10 respiraciones de cada lado.
¡Haz esta rutina al menos dos veces al día y con constancia, pronto verás los resultados!
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